Si al entrar en el desván puedes llegar a intuir un soplo de aire fresco tras un día caluroso, la caricia que alivia la caida o el sueño tras un día de trabajo...entonces sabré que he conseguido mi objetivo

martes, 23 de julio de 2013

Diario de una Exposición. Día 17


Día 17
La luz de la mañana me despierta, duermo con la persiana subida, porque me gusta intuir las montañas en la oscuridad y ver pasar las nubes.
El cielo aparece cubierto aunque se ven algunos claros. Hoy me voy a ir hacia el fondo del valle, me preparo un macuto muy ligero; forro polar, chaqueta impermeable, algo de chocolate, la cámara y una botellita de agua, también cambio mis bastones de Nordic por los de trekking, meto las botas en una bolsa y al coche.
Veo los tremendos cambios que dejó la riada. El trozo de carretera desparecido, ha sido sustituido temporalmente por un tramo de pista al lado del cruce de Cerler con
Benasque, es ancha y se circula bien, son unos cien metros. Continúo y paso por la salida a Vallibierna, allí máquinas trabajan arreglando el camino, se puede bajar con el coche y la zona de acampada se ve con tiendas y vehículos, yo sigo. Salgo en la salida del Pllan de Turpi aparco y me voy andando en dirección Vallibierna.



El río Ésera baja potente, y su ruido ronco me acompaña. A pesar de que chispeaba un poco cuando salía de casa y hay nubes, el tiempo se ve

tranquilo, la temperatura es de unos 18 grados y apetece caminar, observo árboles enormes arrancados de raíz en el cauce o en las orillas, que se vuelven cada vez más escarpadas, el sendero atraviesa el bosque que en algunos tramos oscurece la luz por su espesura, cuando llevó media hora caminando, paro para contemplar otro de los resultados de la riada; el camino ha desaparecido algo más delante del desvío al Ibon de Cregüeña.




La tierra no está, como si nunca hubiera habido senda, me frena y doy la vuelta.
Decido subir hasta los Baños de Benasque, cuando llego arriba, como un poco de chocolate y veo los columpios al lado del balneario, si viene Nico el fin de semana con los abuelos Pater podemos subir aquí, se puede llegar en coche por carretera.



Inicio la bajada y cuando llego al coche hago unos estiramientos, me voy hacia los LLanos, la carretera tiene baches, aunque no se circula mal, las toneladas de nieve de los aludes invernales dejan huella.

Me doy una vuelta y me llama Ainhoa; Nico y los Pater no vienen (chof!).
Para casa, compro pan.
Espagueti con pisto y fruta me dejan muy bien. Esta tarde he pensado bajarme música a la Expo y me llevo a Mike Oldfield.
Llego al Palacio y llovisquea, pero deja pronto de hacerlo.
La sala ya me es familiar, parece que estoy en casa, pongo la música y se crea un ambiente nuevo, exposición con banda sonora.
Vienen conocidos del valle; Laura, Ramiro, María Luisa y Che. Entran varias parejas y una me reserva un cuadro, hay dos posibles ventas más. Me lo paso bien con los posibles compradores porque les veo disfrutar de la Expo y comentamos las obras. La tarde se me pasa rápidamente,
voy a dejar algunos cuadros en la librería de Che, Las letras de Baber,
cuando cierre el domingo.
Hoy tortilla francesa y pollo relleno ( a ver si lo acabo). Rompo un plato (glup) y las esquirlas se esparcen por toda la cocina, me paso un buen rato recogiendo trocitos.
La tele cada vez me aburre más. Me acuesto con mi libro..

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