Si al entrar en el desván puedes llegar a intuir un soplo de aire fresco tras un día caluroso, la caricia que alivia la caida o el sueño tras un día de trabajo...entonces sabré que he conseguido mi objetivo

jueves, 26 de mayo de 2016

Camino






Caminos de polvo y barro
por los que he caminado
han marcado con su hierro
cada uno de mis pasos;
a veces voy muy deprisa,
a veces lento y pausado,
pero voy mirando al frente
por mi camino marcado,
un paso detrás de otro
pensando en sueños guardados,
camina, siempre adelante,
no te pares,
aunque camines cansado.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Sueño

Sentado en la piedra gris
donde yo jugaba antaño
los recuerdos se me mezclan
en tonos tornasolados,
se deslizan por el alma
como las gotas de agua
y me rompen desde dentro
como si tuvieran filo,
como si fueran espadas.
Y cabalgo de nuevo
en mi caballo de viento,
con la luz en sus hijares
por aquel camino nuevo,
donde dragones dorados
vuelan y rugen,
como volcanes
que se hubieran desbocado,
pero mi caballo galopa
bajo cielos estrellados,
y mi armadura reluce
como si el mismísimo sol
de luz la hubiera dorado,
y las tinieblas se abren
porque se rompe su velo
al paso de mi caballo,
y la piedra ya no es gris
sino de un color extraño,
del que la mano de un niño
de arco iris la ha pintado.


martes, 4 de agosto de 2015

De madrugadas

Como un arco iris 
con la luz velada
por la gasa del blanco rocío
que deja su marca perlada,
se marcha la sombra 
de la noche clara,
se esconde despacio,
se pierde en el lecho
de la madrugada,
y despunta el día
entre la hierba que marca
la senda de tierra agostada,
y el calor invade de nuevo
el espacio y el alma,
porque ahora es tiempo
de espigas y mieses doradas
y versos libres, sin nadie
que mida palabras




jueves, 30 de julio de 2015

Sin nombre

Llega despacio, sin prisa como el ocaso, como la luz
que aparece después de la oscuridad
para cerrar el espacio perdido 
que precede al alba 
al despertar.
Se mete sin darnos cuenta, 
entre los brazos, entre los cuerpos
entre los sueños, entre la vida,
entre las almas dormidas,
sin susurrar.
Y nos llena como el agua
a la vasija, como el aire 
a los pulmones, como la brisa 
a la vela 
al navegar.
Y como a todo, damos un nombre
porque así somos y a todo
hemos de nombrar.
Cuando lo hacemos
hasta el cuerpo se estremece
si decimos soledad.






miércoles, 29 de julio de 2015

Gato viejo

Soy el gato que esta en el tejado,
y camina por el borde,
siempre por el borde
del camino equivocado,
buscando sin saber
que otro se ha llevado
ya el pescado,
y busco, aunque el mío
ya no sea aquel olfato,
que fue envidia de otros tiempos
ya pasados,
cuando el pelo me brillaba
y las luces de la noche,
resaltaban mis dorados,
cuando todos murmuraban
que era el rey, ahora
lo soy ya destronado,
y las gatas, cuando paso
ya no siguen con sus ojos
las huellas que ahora dejo
en el borde, siempre en el borde
del tejado.



domingo, 28 de julio de 2013

Directamente desde el baul

Verano

Suena el canto de la chicharra
y me embelesa, me absorbe,
me llena, me espesa,
y el aire se vuelve caliente,
volviendo marrón a la hierba
que se va perdiendo
con el vientre cubierto de tierra.
Allá lejos, atrás, ya perdida,
quedó primavera.


Cuento

Aliento que parte
de mi alma al infinito,
descríbeme tu rumbo,
dame alas de Mercurio,
que pueda ver
lo que aún no he visto;
donde nace el viento,
conocer al que guarda
los libros aún no escritos,
donde vive el Padre Tiempo,
y las cuevas secretas de los silfos.
Quiero recorrer, amigo,
los verdes bosque donde el unicornio vive,
y correr por la noche al lado de los trasgos,
y los elfos, y los lobos,
antes que sean de alguien cautivos,
que los guarde bajo llave,
diciendo que ya es hora de acabar
con los sueños de los niños.

Camino

Estrecha es la vereda,
arduo es el caminar
caminante, si vas solo,
como navío en la mar,
busca una ruta segura,
y un puerto donde atracar,
que te sirva de resguardo,
amigo en tu navegar,
porque viene viento fuerte
arrastrando al temporal.

Canción de cuna

Y escucho sonar la lluvia
mientras el sueño me vence,
y escucho, su voz de agua
cantarme con mimo,
acariciando mi frente,
y escucho hablar al silencio,
y escucho el sonido
que producen las nubes,
al caminar por el borde
del vestido de la luna,
blanco, cuando cruza el río,
y en el olivar,
del color de la aceituna.
Y me adormece, me adormece,
esta dulce canción de cuna.

Compañero

Recorrer con la mirada
desnuda de malicia
el suave aleteo
de la brisa en tu mejilla.
Notar el temblor
de la hoja, antes
de caer rendida,
y flotar sin peso
en el aire suspendida,
caminar sin rumbo,
hablar por el solo placer
de paladear sonidos,
fuera, libre de esquemas
definidos.
Ver pasar a las nubes,
esconderte de tu sombra,
que el sol ha dibujado
sin permiso.
Y el viento, siempre el viento,
eterno compañero en tu camino.

Tarde en el Valle

Los cielos infinitos,
eternos, perdidos,
cargados con el peso de las nubes inmensas,
de panzas desteñidas,
rascadas por las cumbres
verdosas que atraviesan
despacio.
Escuchan los sonidos
del valle que les llegan;
el viento,
la campana de la iglesia,
el mugido de la vaca
que acaricia con la lengua
a su ternera,
el canto de los sauces,
templados por manos
invisibles de seres de quimeras,
y ya, en la noche,
el murmullo del agua en la rivera.
.................................................................................

Gris tarde de verano,
de verdes y ocres
la luz ha pintado,
sobre las peñas,
los riscos, los valles,
los prados,
sus colores, de aire
y lluvia preñados,
los pinos oscuros y retorcidos
mudos, altivos soldados,
vigilantes impasibles
se agrupan en batallones,
para guardar los collados.


En la montaña

Reguerillos de agua
entre la hierba dormida
se deslizan silenciosos,
y se paran en remansos
para que la luz les mire
y les vista de colores,
que esta tarde,
ha pedido prestados a las flores;
azules, verdes, rojos, morados,
y de los prados más altos
estrellas, de terciopelo blanco

Fábula

Van andando dos luceros
caminando despacito,
y le pregunta uno a otro
¿Por qué bajamos del cielo?
Una niña que les ve
corre a decirle a su madre:
"¡Madre he visto andar
dos luceros,
frente a la puerta de casa,
por el borde del sendero!"
Y la madre le acaricia
tiernamente su cabello,
con una sonrisa triste,
con triste sonrisa de duelo,
mientras contempla a la niña,
la pequeña que nació
con sus dos ojitos ciegos.
Van andando dos luceros
caminando despacito,
y le pregunta uno al otro
¿Por qué Bajamos del cielo?

martes, 23 de julio de 2013

Diario de una Exposición. Inicio


8 de junio
Un mes para la exposición. ¡Qué nervios! Todavía me quedan cosas que hacer, pero lo importante que son los cuadros, los tengo, me faltan enmarcar dos.
Tengo que hacer tarjetas de visita y tarjetones de la exposición.... Buf!! Tengo mucha curiosidad por ver como sale la cosa .................................
Ya he hecho las tarjetas de títulos de los cuadros
9 de junio
He comenzado a diseñar las tarjeta de visita
11 de junio
Ya he hecho las tarjetas de visita me las enviarán el día 23.
Tengo previsto ir el día 7 de julio, el día 8 por la mañana montaré y a ver que pasa. .........................................................
7 de julio
Hoy comienza mi "aventura", viajo con catorce cuadros, equipaje excesivo, algo de música y mucha curiosidad.
El viaje tranquilo, oigo algunos cds (el equipo del coche no funciona bien y se para, mierda) me paso a la radio y canto.
En Huesca me como una ensalada en un McDonald y llego a Benasque sobre las 16:30. ¡Impresionante las cicatrices que tiene el paisaje! Las inundaciones han dejado huellas, aunque las están reparando rápidamente. El valle está precioso. Compro pan y saludo a Ramiro y María Luisa, que me cuentan
anécdotas del famoso día. También veo a Joanjo y a Pepe, el antiguo encargado de mantenimiento, que continúa convaleciente después de su accidente cardiovascular, se va recuperando.
Me hago un bocadillo de jamón con tomate y lo acompaño con una cerveza. Veo un poco la tele y a las diez y media al sobre. Estoy que me caigo. Hasta mañana..

Diario de una Exposición. Día 8


8 de julio
Hoy es el día, me despierto temprano, muy temprano, como a las cinco de la mañana, me tumbo delante de la caja tonta y me pongo una peli del disco duro, la veo echando alguna cabezada.
A las ocho desayuno pan tostado con aceite , tomate y café con leche. A las nueve y media ya estoy en Benasque, saludo a Che y me adentro con el coche por la Avenida de los Tilos. Llamo a Jorge Melero, mi contacto del Ayuntamiento, que me abre el pilón automático que cierra el paso peatonal para poder llegar al Palacio de los Condes de Ribagorza, lugar de la exposición.




El sitio me gusta mucho, es una gran sala en la segunda planta del edificio con más de 200 metros, destaca el viguerío del techo , gruesos largueros que dan calidez y cuerpo. Hay muy buena iluminación y tiene muchas ventanas por las que puedo disfrutar de un magnífico paisaje del pueblo y las montañas. Sobre las doce he terminado de colocar los cuadros, al salir a la calle veo en la puerta un cartel que anuncia la exposición. La temperatura es muy agradable y apetece pasear, huele a hierba y a montaña. Voy a la oficina de Turismo, en la que Jorge me ha indicado que tienen los carteles para distribuirlos, y compruebo que están allí, me indican que tienen que hacerlo.
Llevo uno a la tienda de Che, El Paso de Baber, y lo coloca en el
escaparate. Compro media docena de huevos, menestra de verduras y ensalada campera.
En casa como y me tumbo un rato. A las cuatro y media me bajo a Benasque, llueve un poco, pero hace una tarde muy agradable, poca gente a esta hora por la calle. Tengo el Palacio para mi solo, ya que hasta el día 19 no comienza otra exposición en la planta de calle. Se ve que es más importante que la mía, es de fotografía y ya está montada, aunque no se puede visitar, de la mía no tenía constancia ni el Tato (ja,ja,ja).
A las cinco estoy en mi puesto, abro las ventanas y entra el olor de la hierba húmeda y una mosca enorme que me saluda con su zumbido, pero se va pronto, no se sí es que ha visto muy rápido la exposición o es que no le ha gustado. La gente entra con
cuentagotas, la mayoría me comenta que les encantan mis cuadros y acarician con la vista el catálogo de precios. Agradezco especialmente la visita de Joanjo, con el que paso un rato muy agradable charlando.
A las ocho y media cierro y para arriba (Cerler). Ducha, tortilla francesa con pavo, ensalada campera y cervecita. Me acompaña una buena tormenta y observo por la ventana caer la lluvia mientras las cumbres de las Tucas se iluminan con los fogonazos de los relámpagos ¡¡ Qué espectáculo para terminar el día !!.

Diario de una Exposición. Día 9


Día 9
He dormido como un lirón, la temperatura acompaña (duermo con edredón), pensando en los calores de Madrid esto es una delicia. Después de desayunar y hacer un poco de reposo, me hago mi sesión de abdominales y fondos y salgo a hacer una hora de Nordic, el paisaje es espectacular, los olores
increíbles, la hierba está húmeda por la tormenta de la noche anterior y se respira un aire fresco y lleno de aromas, llego hasta las tres cascadas y vuelvo, camino en solitario, pero me cruzo con un par de personas y una familia, como casi siempre sucede en la montaña nos saludamos.
Después de ducharme me pongo a leer un rato, reviso mis correos y
navego un poco por la red.
Me preparo la comida (arroz blanco con atún y pisto y un melocotón, que sabe a melocotón ja,ja,ja) Después me aplasto en el sofá con mantita me pongo una peli y la veo a trozos, porque me quedo medio frito.
A las cuatro y diez me bajo a Benasque, llevo a dos empleadas del Hotel HG que han terminado su turno, hacen autostop, si nadie las recoge tienen que bajar andando hasta Benasque, si coincidimos las bajaré todos los días.
Llueve en Benasque y se oyen truenos retumbar en las cumbres, pero la temperatura es magnífica.
A primera hora la sala está en silencio, huele a madera, abro las ventanas y entra el aroma de la tormenta que para pronto y deja una tarde perfecta. Miro por las ventanas
el paisaje que me rodea desde este observatorio privilegiado







Comienza a llegar gente, esta tarde tengo unas treinta visitas, y aunque mucha gente alaba la obra nadie se decide (ja,ja,ja), charlo un rato con una señora que pinta óleo y me felicita . A última hora me visitan dos miembros del Ayuntamiento, aunque no se quiénes son.
Hago algo de compra, cena (pollo relleno ensalada y yogur), un poco de tele y a la cama. ¡Buenas noches mundo!.

Diario de una Exposición. Día 10


Día 10
Después de mi rutina mañanera,
salgo a caminar con los bastones (Nordic Walking a tope). Hago siete kms a buen ritmo recorriendo el camino de la Mina, que ofrece unas vistas espectaculares.



Este camino, que he recorrido en muchas ocasiones siempre me admira.
Vuelvo a casa y dedico un ratito a ver el correo. El cielo tiene algunas nubes que presagian tormenta, por sí acaso ato el tendedero en la terraza para que no se caiga o salga volando.
Me prepararo un buen plato de tallarines y mientras se calienta el agua hago inventario de la comida que tenemos en el armario-despensa, como nunca nos acordamos de lo que hay, algunas cosas están duplicadas o triplicadas, intentaré que no vuelva a pasar, para lo que hago una buena lista.
Salgo a las cuatro y cuarto para Benasque, hoy no encuentro a mis amigas en la carretera.
Como llego con tiempo me doy un paseo por las calles y hago algunas fotos






Cuando voy a entrar el el Palacio, observo que el viernes, sábado y domingo la biblioteca no abre, por lo que la persona que abre no trabaja. ¿Qué pasa con laexposición? Mañana llamaré a Jorge Melero, el responsable de cultura para ver como lo arreglamos.
La tarde transcurre tranquila, las visitas van llegando y como siempre hay muy buenos comentarios, converso con varias personas y explico la técnica del pastel.
A última hora el cielo se vacía y llueve de verdad, las calles se vuelven espejos, las terrazas recogen mesas y sillas y las montañas nos devuelven una imagen hermosa y salvaje.
Me compro un paraguas pequeño en el estanco que me protege débilmente para poder llegar al coche.
Subo a Cerler con los limpias barriendo el parabrisas a toda velocidad, suenan truenos lejanos. En el garaje me encuentro con Fernando Posadas (hijo) y charlamos
un ratito, el día 15 abren Prados de Velarta, ya tengo ganas de tomarme una cerveza con ellos.
No he parado a comprar fruta y me queda una cerveza, que acompaña una ensalada con nueces y unas lonchas de jamón.
En la tele no hay nada interesante, o sea que al sobre..

Diario de una Exposición. Día 11


Día 11
Hoy mi paseo matutino vuelve a ser por el camino de la mina ( ¡Qué vicio tengo con este camino! ) . El día está nublado y avanzo con paso rápido y rítmico, moviendo los bastones con la técnica de la Marcha Nórdica (Nordic Walking). A la vuelta comienzan a caer algunas gotas que no pasan de ahí. Las moscas y los mosquitos están bastante pesados y me pican dos en la pierna.
De regreso bajo al súper y compro fruta, cervezas y aceite.
Después de comer y fregar los cacharros me lío con mi amigo el sofá y veo un poco la tele. Estoy leyendo menos de lo que me imaginaba, pero al estar solo me apetece escuchar ruido.
La tarde comienza en la Expo con un grupo medio de personas, ocho o diez, incluidos algunos extranjeros, con uno de ellos converso en inglés y le explico algunos cuadros, es la primera vez que visita el valle y le auguro que repetirá (you' ll return). Varias personas me felicitan y hay un par de posibles ventas, aunque al final no termina de cuajar.
He hablado con Jorge Melero y mañana viernes me dejarán una llave para abrir yo el fin de semana, me quedo de amo del calabozo, he aclarado que yo estaré con mi exposición en la segunda planta y de las otras dos.... Me dice Jorge que "no problem".
Me choca un chico joven que se pasa media hora o más viendo la exposición, por la forma de mirar los cuadros veo que no es la primera vez que está en una exposición, ve
cada cuadro desde diferentes ángulos y distancias, los estudia, me dirijo a él y comenzamos a charlar, me dice que es ilustrador y que le encanta mi obra, comentamos detalles técnicos y me felicita, se lleva mi tarjeta.
En casa me hago unas judías verdes reogadas con tacos de jamón que están bastante buenas. Comienzo a ver una peli del oeste pero a las once y pico no aguanto y me voy a la cama..

Diario de una Exposición. Día 12


Día 12
Hoy camino por la selva de Conques,
por un recorrido tunelado por los árboles que se entrecruzan en muchos tramos formando una magnífica bóveda vegetal, casi parece territorio de duendes, la vegetación verde y fresca bordea los caminos marcados por muretes de piedra que delimitan prados y pastos, termino bordeando el embalse de Eriste, muy deteriorado por la riada, este año no abrá piraguas navegando por sus aguas, las máquinas trabajan incansablemente para reparar los daños, seguro que pronto volverá a estar como siempre.
Cuando vuelvo al coche se me acerca Toni, un jovenzuelo de Eriste de 93 años, apoyado en su bastón y con la gorra calada, charlamos
durante un rato; me habla de su infancia y juventud, de otros tiempos en los que la única forma de desplazarse por el valle y las montañas era a pie o con caballerías, de su paso rutinario a Francia por el Portillón, de su estancia en el país vecino durante 20 años y su regreso a España donde se casó y fijó definitivamente su residencia, tiempos duros que hicieron gente dura como Toni, que no pierde la sonrisa según habla conmigo, palmeandome el hombro de vez en cuando. Me despido de él con un apretón de mano.
En Benasque recojo la llave del Palacio para poder abrir el fin de semana. Hoy compro comida preparada; ensalada campera y croquetas de pollo, la ensalada no me convence mucho, las croquetas no están mal.
Por la tarde las primeras visitan son tempraneras destacan dos señoras, mayores originarias de Anciles, pero que llevan viviendo en Venezuela muchos años, se emocionan con los cuadros y recuerdan su años mozos, la tarde transcurre muy tranquila, hoy hay menos visitas, aunque todas disfrutan con la exposición y me lo hacen saber. Creo que está fallando la comunicación, veo muy poca cartelelería puesta, a pesar de que me aseguran que la van a poner (?) ¿Cuándo? Me ofrezco a ponerla yo, pero me insisten en que la ponen ellos. Enfín, no comments.
Cena ensalada con lechuga, nueces, queso de cabra y pollo relleno. Aguanto hasta las 12 y veinte zappineando..
.

Diario de una Exposición. Día 13


Día 13
Sábado que amanece con cielos algo nubosos, veo el encierro de S. Fermín mientras desayuno, después me toca hacer colada, aunque como hay poca ropa la hago a mano.
Al salir a andar me encuentro a Joanjo,que tiene intención de ir a coger setas, y nos vamos juntos, la experiencia merece la pena , durante dos horas recorremos el bosque de Velarta o bosque Negro, así llamado por ser un bosque de pino negro, y me sorprende como siempre su belleza. Las setas no aparecen y caminamos hasta salir de la espesura, para contemplar Ardones en todo su esplendor, nos rodea un paisaje, que utilizando el tópico, me faltan las palabras, al menos para describir lo que me
provoca.








Os puedo asegurar que las fotos no reflejan la magnífica realidad. Volvemos sin setas, pero yo al menos muy satisfecho ¡Gracias Joanjo por esta mañana montañera!
Cuando bajo a Benasque comienza a llover, lleno el depósito del coche de combustible y aparco en mi lugar habitual, llueve más, se oyen truenos, me voy hacia el Palacio y ya no llueve, se han abierto las cataratas del cielo, con granizo incluido, me refugio como puedo en la entrada del estanco y converso un rato con la dueña, mientras espero que afloje un poco para poder cruzar enfrente.
La tarde comienza sosa, con lo que está cayendo las calles están vacías, el agua cae con fuerza y los truenos parecen las voces roncas del las inmensas montañas que rodean el valle.
Sigue lloviendo, aunque la intensidad y la fuerza disminuyen y la gente pasea con paraguas o prendas de agua. La expo se anima y entran como unas cuarenta personas, una pareja está interesada en un cuadro, pero se marchan mañana y la exposición termina el 21, quedamos en vernos en agosto, si siguen interesados les traeré el cuadro, se quedan con mi tarjeta. Compro fruta y leche. Arroz blanco, atún y un melocotón me acompañan viendo la tele..

Diario de una Exposición. Dia 14


Día 14
Ya estamos en el Ecuador de la exposición, y puedo hacer un pequeño análisis.
Visitas: media entrada (está fallando la comunicación)
Opinión de los visitantes: Muy buena. Ventas: ninguna (varios han comentado que son buenos precios, se llevan mis tarjetas...)
Veremos que ocurre la segunda parte, aunque me temo que me vuelvo con los cuadros.
Me voy a Ampriu y compro el combi menú +telesilla. El paisaje es increíble, destacan los verdes cargados de flores blancas, amarillas, azules...menuda selección de colores, siempre rodeados por los picos de las montañas que conservan grandes manchas de nieve. Subo en
el telesilla con un señor de S. Sebastián, que visita el valle con la familia, promete venir a ver la exposición. Subo al Cogulla desde dónde disfruto del espectáculo visual. También subo la primera pala de Perdiz Blanca, acceso al Gallinero, hasta el primer nevero y saco fotos.





Vuelvo al telesilla de bajada después de haber caminado unas dos horas haciendo Nordic walking.



                                                                    Menú del día

Vuelvo a casa a cambiarme, ya se está preparando la tormenta de todas las tardes, parece que la programan y es parte de las actividades veraniegas. Efectivamente cuando abro a las cinco, los cielos se vacían de agua.




Nadie por las calles, la Expo solitaria hasta las siete, que entran algunas personas, me visita la
familia de S. Sebastián, y les veo disfrutar con los cuadros. Llueve toda la tarde. Al final pasan como unas 20 o 25 personas.
Termino el día en una cata de vinos, comentando los caldos con Lola, una empleada de uno de los hoteles del pueblo, lo pasamos bien.
Me subo a Cerler con Joanjo, menos mal que el coche se conoce todas las curvas (ja,ja,ja).

Diario de una Exposición. Día 15


Día 15
En mi entrenamiento diario aumentó el número de abdominales frontales. Hablo por teléfono con Jorge Melero para que me facilite algunos carteles para ponerlos yo. Me dice que a media mañana me los deja en la oficina de turismo.
Me pongo la ropa de andar y bajo al Molino, con la intención de hacer unas fotos, me encuentro a Joanjo en el parking de la estación con otra persona de la Escuela de Esquí. Comentamos ideas para mejorar la oferta turística, las ideas de Joanjo me parecen brillantes, muy acertadas, atractivas y fáciles de desarrollar, pero se choca con el muro de la burocracia.
Bajo a Benasque, y recojo los carteles, pego en algunos sitios y cambio los deteriorados por la
lluvia, dejo algunos en el Paso de Baber, y charlo un rato con Laura. En el Palacio pongo dos al lado del ascensor y subrayo con rotulador que estoy en la segunda planta. Hago Nordic alrededor del embalse de Eriste con paso rápido, estiro y para arriba, a ducharme y preparar la comida. Arroz con pisto.
Hoy ¡¡ No llueve por la tarde !! Aprovecho para dar un paseo por Benasque y hago fotos de algunos rincones, ¿futuros cuadros?







Devuelvo la llave a Lola, la encargada de la biblioteca, y me subo a mi planta.
Dos personas suben conmigo a visitar la exposición, abro ventanas y me choca no ver llover.
La tarde es tranquila hasta las siete, hora aproximada en la que entran varios grupos de personas, con algunas comento cuadros.
Compro yogures, y a la salida del garaje de casa me encuentro a Fernando padre, nos saludamos y quedamos para tomarnos una cerveza uno de estos días.
Me preparo un súper bocadillo que le voy a llamar "el benasqués"; media barra de pan, un chorrito de aceite, lechuga, queso de cabra y jamón de pavo a las finas hierbas.
Comienzo a ver una peli, La momia del emperador dragón, y me quedo frito. Me voy a la cama pero me he desvelado un poco, leo y amén..

Diario de una Exposición. Día 16


Día 16
Amanece nublado, de vez en cuando aparece un pequeño claro que ilumina por momentos algún rincón en la Tucas, la luz es cambiante y da muchos matices al verde de los prados, al blanco azulado de la nieve y a los grises avioletados de las rocas que salpican las montañas.
Me machaco los abdominales hoy 190 frontales y 130laterales. Salgo a caminar, pero al pisar la calle empieza a llover, el cielo está muy gris, me subo, hoy no andaré. Me ducho tranquilamente, y decido coger una chaqueta de agua y bajar a darme un paseo, en la calle el cielo se muestra menos agresivo y me pica el gusanillo, me voy a hacer Nordic, vuelvo a subir para
cambiarme y coger los bastones. Camino hacia el parking del Molino y bajo por el camino de Anciles, la hierba está empapada pero la caminata es muy agradable, llevo un ritmo medio porque tengo que sortear charcos y tramos muy embarrados. Hago unos tres cuartos de hora, pero como hay mucha humedad, sudo una barbaridad. Me daré un agüita. La temperatura incita a tomar un caldito caliente para comer, que acompaño con una ensalada con nueces y queso, de postre un melocotón muy aromático, huele toda la casa.
Por la tarde bajo a Benasque viendo los relámpagos caer detrás de las Tucas, hacia el Perdiguero, pero no cae agua, de vez en cuando un trueno retumba por todo el valle. Cuando abro la exposición me sorprende una señora que repite
visita, le han gustado tanto los cuadros que quiere verlos de nuevo, me dice que es profesora de infantil. Agradezco mucho su visita.
La tarde va pasando con el número de visitas habituales, hoy hablo menos con la gente, estoy un poco de bajón.
Ceno un bocadillo de jamón con tomate, un yogur y una pera.
Me acuesto pronto y leo un rato. Mañana miércoles, ¡Como corre la semana!.

Diario de una Exposición. Día 17


Día 17
La luz de la mañana me despierta, duermo con la persiana subida, porque me gusta intuir las montañas en la oscuridad y ver pasar las nubes.
El cielo aparece cubierto aunque se ven algunos claros. Hoy me voy a ir hacia el fondo del valle, me preparo un macuto muy ligero; forro polar, chaqueta impermeable, algo de chocolate, la cámara y una botellita de agua, también cambio mis bastones de Nordic por los de trekking, meto las botas en una bolsa y al coche.
Veo los tremendos cambios que dejó la riada. El trozo de carretera desparecido, ha sido sustituido temporalmente por un tramo de pista al lado del cruce de Cerler con
Benasque, es ancha y se circula bien, son unos cien metros. Continúo y paso por la salida a Vallibierna, allí máquinas trabajan arreglando el camino, se puede bajar con el coche y la zona de acampada se ve con tiendas y vehículos, yo sigo. Salgo en la salida del Pllan de Turpi aparco y me voy andando en dirección Vallibierna.



El río Ésera baja potente, y su ruido ronco me acompaña. A pesar de que chispeaba un poco cuando salía de casa y hay nubes, el tiempo se ve

tranquilo, la temperatura es de unos 18 grados y apetece caminar, observo árboles enormes arrancados de raíz en el cauce o en las orillas, que se vuelven cada vez más escarpadas, el sendero atraviesa el bosque que en algunos tramos oscurece la luz por su espesura, cuando llevó media hora caminando, paro para contemplar otro de los resultados de la riada; el camino ha desaparecido algo más delante del desvío al Ibon de Cregüeña.




La tierra no está, como si nunca hubiera habido senda, me frena y doy la vuelta.
Decido subir hasta los Baños de Benasque, cuando llego arriba, como un poco de chocolate y veo los columpios al lado del balneario, si viene Nico el fin de semana con los abuelos Pater podemos subir aquí, se puede llegar en coche por carretera.



Inicio la bajada y cuando llego al coche hago unos estiramientos, me voy hacia los LLanos, la carretera tiene baches, aunque no se circula mal, las toneladas de nieve de los aludes invernales dejan huella.

Me doy una vuelta y me llama Ainhoa; Nico y los Pater no vienen (chof!).
Para casa, compro pan.
Espagueti con pisto y fruta me dejan muy bien. Esta tarde he pensado bajarme música a la Expo y me llevo a Mike Oldfield.
Llego al Palacio y llovisquea, pero deja pronto de hacerlo.
La sala ya me es familiar, parece que estoy en casa, pongo la música y se crea un ambiente nuevo, exposición con banda sonora.
Vienen conocidos del valle; Laura, Ramiro, María Luisa y Che. Entran varias parejas y una me reserva un cuadro, hay dos posibles ventas más. Me lo paso bien con los posibles compradores porque les veo disfrutar de la Expo y comentamos las obras. La tarde se me pasa rápidamente,
voy a dejar algunos cuadros en la librería de Che, Las letras de Baber,
cuando cierre el domingo.
Hoy tortilla francesa y pollo relleno ( a ver si lo acabo). Rompo un plato (glup) y las esquirlas se esparcen por toda la cocina, me paso un buen rato recogiendo trocitos.
La tele cada vez me aburre más. Me acuesto con mi libro..

Diario de una Exposición.Dia 18


Día 18
Las nubes cabalgan un día más por
los cielos y algunas se enredan en las cumbres ofreciendo imágenes de una belleza que casi resulta exagerada.
Me tuesto pan que desayuno con tomate y aceite, mientras miro por la ventana y planeo el día.




Me decido por Conques, ya he ido un día pero no me importa repetir.



Las sendas tienen tramos muy embarrados y me meto hasta los tobillos, pero me encanta este bosque cerrado, del que he pintado alguna vista otoñal. Cuando estoy llegando a Eriste me encuentro con un grupo scout, van de ruta, charlo con un scouter, me dice que son de MSC de Zaragoza, y que este año cumplen 40 años (me suena).
Voy a ver a Che y compro azúcar, fruta y un tomate (ja,ja,ja) es gigantesco.
Hoy hago un poco de colada, tengo los pantalones de travesía que se sujetan solos de pie, ya les toca, a
la camiseta técnica tampoco le viene mal un remojo; agua, jabón y al tendedero.
El cielo barrunta agua, y después de comer apetece un poco de sofá, pero con mantita, se oye algún trueno lejano.
Vuelvo a bajar música a la exposición, aunque me he traído pocos CDs, pero hay un buen maridaje entre pintura y música. Recibo una llamada, una reserva de cuadro cancelada, que le vamos a hacer. La muestra está gustando mucho, la gente se emociona y piensan en llevárselo, pero como los cuadros no se pueden retirar hasta el domingo, cuando llegan a casa... Tengo otra oferta de compra, ya veremos.
Ha llovido un poco, pero la tarde se arregla y se respira un aire limpio, que trae aromas de hierba y
montaña, entra por las ventanas abiertas, y realza el olor a madera que desprenden las vigas del techo que no me canso de mirar.

Más visitas que me felicitan por la obra, se llevan tarjetas.
Hago algunas fotos de las vistas que disfruto a través de las ventanas. Parecen cuadros abiertos en los muros de piedra.



Me visita Jorge Melero, que también me felicita por la exposición.
A última hora vienen unas adolescentes, que se sorprenden mucho con los cuadros y la técnica del pastel que les explico, me río con sus comentarios, me dan las gracias y echo el cerrojazo a las 8:30.
Llegando a casa no puedo evitar parar para hacer esta foto..


Hasta mañana

Diario de una Exposición. Dia 19


Día 19
He decidido tomarme el día con mucha tranquilidad por la tarde llegan Luisa, Julián y Paloma. Compro algunas cosas para la cena; salmón ahumado, empanadas, lechuga y tomate. Me doy un paseo por Benasque y entro en Las letras de Baber a comprar un libro, también entro a curiosear en La Ribagorzana, me pruebo algo de calzado técnico y miro precios.
El valle sigue entrando por mis venas y todos mis sentidos, no me acostumbro,(afortunadamente) al espectáculo diario del verde intenso sobre las laderas de las montañas y las altas cumbres coronadas con nieves tardías.



La tarde es excesivamente tranquila, hoy se inaugura una exposición en la planta de calle y creo que me quita algunas visitas, que no empiezan a entrar hasta cerca de las siete; disfruto explicando los cuadros en este entorno tan apropiado para esta pequeña colección.
A punto de cerrar, llegan Luisa, Julián y Paloma. Pasan rápidamente por la Expo, ya se la enseñaré tranquilamente mañana, subimos a casa y nos preparamos una buena cena; empanada, montaditos de chorizo, ensalada, salmón, cerveza y fruta rematado con una sobremesa que continuamos dando un paseo nocturno por el pueblo.
Luisa y Paloma se acuestan enseguida yo aguanto un poco y Julián se queda viendo la tele.

Diario de una Exposición. Día 20


Día 20
Sábado, penúltimo día de la
exposición, los quince días han volado como un suspiro, se me han hecho cortos, aunque he experimentado algún momento de soledad, el balance como experiencia me ha gustado, creo que ha sido positivo.
Desayunamos los cuatro y tenemos una breve sobremesa, porque tenemos idea de recorrer mi camino de la Mina, que Julián y Paloma no conocen. El día es azul y la temperatura es un poco más elevada que otros días, por la noche ha llovido, con lo que hay menos moscas molestas. Recorremos la senda charlando y a un paso tranquilo, disfrutando de las vistas majestuosas, que la senda, que va aumentando de altitud lentamente,
va ofreciéndonos del valle, llegando a ver en ciertos lugares Benasque a vista de pájaro, como una maqueta deliciosa. Les cuento la leyenda de Aciella y Rabasón, el enano bufón contrahecho que enamorado de la bella Aciella, hija de los condes de Ribagorza, viendo su amor despreciado se refugia en las altas cumbres; Aciella ante la ausencia descubre que le echa de menos y le quiere, por lo que se marcha a buscarle, para descubrir con horror su cuerpo, muerto de pena y miseria en la montaña, ella se tumba a sus pies no sintiéndose digna de reposar a su lado. Sus cuerpos convertidos en piedra forman las cumbres de las Tucas de Ixeia.
A la vuelta nos tomamos un aperitivo en la terraza de Prados de Velarta y subimos a comer a casa, preparamos carne (entraña)
¡¡Buenísima!! y ensalada.
Yo me bajo a la exposición a las cuatro y media, ellos se quedan durmiendo la siesta, bajarán más tarde.
Viene mucha gente, tal vez el día que más, cuarenta o cincuenta personas, explico los cuadros, escucho opiniones (muy favorables), hay gente que se lleva mi tarjeta, pasa la tarde. Enseño la exposición a Luisa, Julián y Paloma, explicando con especial cariño cada cuadro. Por la noche bajamos a cenar al restaurante de Prados de Velarta, como siempre los dueños, que son amigos, nos atienden con cariño, charlamos con ellos y nos retiramos sobre las 11:30. Después de tomarnos el chupito correspondiente. ¡¡ Un gran día !!

Diario de una Exposición. Día 21


Día 21
Desayunamos y despedimos a Julián y a Paloma que regresan a Madrid. ¡ Muchas gracias por vuestra visita ! Siempre las despedidas me dejan un regusto a soledad, cuando son de amigos y seres queridos.
Luisa y yo decidimos darle una buena limpieza a la casa. Luisa se pone con la cocina y yo limpio cristales, polvo y aspiradora que te crió. Mañana daremos el último toque cuando salgamos. Al terminar nos vamos a dar un paseo por el pueblo, a la salida nos encontramos con Joanjo que viene de recoger setas con su cesta, hoy si ha cogido. Coincidimos con la escritora Marisa García Viñals, amiga de Joanjo y me la presenta, charlamos los cuatro y me dice que bajará a ver la
exposición si encuentra vehículo. Nos despedimos, Luisa y yo vamos a darnos el paseo, Joanjo va a su casa y Marisa al restaurante Prados de Velarta, quedamos allí con ella, después del paseo para darle mi tarjeta y para que me firme un libro que tengo en casa.
Hago algunas fotos y disfrutamos de una mañana llena de sol por las calles del Cerler viejo, caminamos entre sus casas recias, de piedra y madera. En sus muros, y enganchados de salientes o farolas cuelgan cadenas con maceteros cargados de flores, que son un regalo para la vista; al final de las calles casi siempre es posible ver como decorado final, las moles de las Tucas o el Perdiguero, parece que caminamos por una postal viva. Bajamos a comer a Prados de Velarta, doy mi tarjeta a Marisa y
nos dedica su libro, bajará a ver mis cuadros con la familia Posadas.
La tarde se vuelve gris, una vez más y se oyen truenos en la lejanía.
La exposición me parece hoy un poco triste, le había cogido cariño a esta sala fantástica y a su techo de grandes vigas de madera.
Entra gente a partir de las 18:30, en algunos momentos bastante. Una pareja de Guadalajara, que ya me habían visitado me compran un cuadro, quedo en entregárselo a partir de las ocho.
No puedo recoger porque hasta última hora está entrando gente. Viene la familia Posadas, con sus consuegros y Marisa. Disfruto una barbaridad cuando enseño los cuadros a mis amigos.
A las ocho y media descolgamos algunos cuadros y hacemos un paquete, pero tienen que cerrar,
terminaremos mañana.
En casa cena rápida y nos dormimos viendo la tele, a las once al sobre.

Diario de una Exposición. Día 22


Día 22
Recogida final, cerramos la casa después de la rutina habitual en estas circunstancias (cierre de llave de paso, cortar el gas, etc.) y limpieza de última hora, cargamos el coche.
En Benasque terminamos de embalar cuadros dando un último vistazo al Palacio de los condes de Ribagorza. Adiós, adios. La señora de la limpieza me dice que echará de menos mis cuadros.
En Las letras de Baber dejo tres en depósito. Me despido de Che y de sus padres. Compramos longaniza de Graus seca y para hacer, también añadimos queso benasqués. Atravesamos el Congosto de Ventamillo, el valle escondido va quedando atrás. Ya tengo ganas de volver (esto es droga dura)
Atravesamos Graus, Barbastro y Huesca. El paisaje cambia del verde al amarillo blancuzco. Es verano y los campos segados de cereal nos lo recuerdan.
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Hasta aquí mi diario de la exposición, muchas gracias a todos los que me habéis seguido, me habéis ayudado con vuestros comentarios y habéis conseguido que Julio de 2013 lo guarde con cariño en mis recuerdos.
Gracias nuevamente y mis mejores deseos de felicidad para todos